Foto y texto por: Isabel Azula |
Por lo mismo es de gran importancia la energía de la persona al momento de montar el caballo, ya que aunque esta sentada en un apero (nombre que recibe la silla en la que se monta) y no precisamente esa en contacto con el lomo del caballo, le transmite tanto la energía negativa o positiva al animal.
Emociones como el miedo, nervios y angustia que siente la persona van alterar el comportamiento del caballo, por eso desde el momento en el que decide montar se debe iniciar una relación con el animal creando confianza.
Darles de comer, acariciarlos, peinarlos son actividades que se pueden hacer antes de montar para conocer el caballo y así disfrutar de un ameno paseo.
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